La mecanización de la madera es la transformación que sufre en basto hasta llegar a ser listones, tablas o tablones escuadrados: cepillado, corte y regruesado.
Caladora: Cortaremos la pieza a la largura apropiada considerando el mejor aprovechamiento de la madera. Este será un corte aproximado realizando el corte en fino cuando ya tengamos la pieza mecanizada. No será inferior a la medida de la mesa de la regruesadora.
Cepilladora: Continuaremos el proceso cepillando una cara y un canto.
Primero cepillaremos la cara situando la comba de la madera hacia arriba, realizaremos tantas pasadas como sean necesarias para aplanar dicha cara. Con la cara ya igualada la apoyaremos en el registro lateral el cual está a escuadra respecto a la cuchilla, de esta manera aplanaremos el canto.
Sierra de cinta: Una vez cepillada una cara y un canto procederemos al corte del ancho, nuevamente será un corte aproximado siendo superior, entre medio y un centímetro mayor a la medida final que queremos obtener. Apoyando la cara y el canto en la mesa y el registro sacaremos la paralela en la sierra. También podemos trazar una línea a seguir y no usar el registro.
Regruesadora: Por último pasamos la pieza por la regruesadora, al contrario que en el cepillo aquí tendremos que regruesar primero el canto y después la cara. Para ello situaremos el canto o la cara buena en la mesa y descontaremos de la medida mayor de la pieza, midiendo en varios puntos si es necesario, tres milímetros para cada pasada. Repetiremos el proceso hasta conseguir, aquí ya sí, la medida exacta.
- Una vez así podremos cortar a la medida definitiva de largo o retestar si es necesario.
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